2007/04/27

La verborrea de Yumber Vera




Verborrea. Conversaciones con Bersuit Vergarabat
Autor: Yumber Vera Rojas
Editorial: Musimundo – Zona de Música
Páginas: 272 - 256 con texto y 16 con fotografías.


En Clarin, a propósito de la 33ava edición de la Feria del Libro en Argentina, leemos

Verborrea, el libro que cuenta anécdotas de Bersuit Vergarabat

El libro empieza fotografiando –con palabras– el momento en que la Bersuit está posando a orillas del Riachuelo. Y sigue así:

Unos once años atrás, esto habría quedado en la mera anécdota ridícula de un grupo que alguna vez tuvo la chance de convertirse en un inclasificable protagonista de la avanzada del rock nacional que se cocinó en los noventa. Un conjunto de tipos a los que se les había pasado la edad para tocar y que de la manera más atípica, por no decir inédita, se establecieron como agrupación.

Y en la presentación del libro Verborrea, que se llevó a cabo hoy, esto quedó más que demostrado. En la sala José Hernández se hicieron presentes Yumber Vera Rojas (autor del libro), acompañado por Juan Carlos Subirá (teclados y acordeón) y Christian Merchot, manager de la banda. Allí, en el medio de idas y vueltas por la prolongada historia de Bersuit, se pudieron apreciar algunos momentos que vale la pena compartir, de la mano de la palabra de Juan, y las preguntas del público.


El libro forma parte de la colección Zona de música y es el primer ejemplar una serie de futuros libros que se harán bajo el mismo lema: el de conocer las historias de los músicos y acercar sus palabras a la gente. La próxima edición, si todo sale bien, será en base a Babasónicos. Pero vale destacar que a lo largo de la tarde se habló de cómo se pensó el libro, y se subrayó el hecho de que no fue pensado cómo un libro sino como una recopilación de anécdotas, de contradicciones y concordancias de Bersuit Vergarabat.

Y todo terminó cerca de las 21, con un aviso del manager al pasar “Si Dios quiere, el año que viene Yumber cuenta que pasó en River”.

En diversica, encontramos esta nota:





Palabra de Bersuit





En "Verborrea. Conversaciones con Bersuit Vergarabat", Yumber Vera Rojas reconstruye la historia y la esencia de la banda liderada por Gustavo Cordera a través de la voz de sus integrantes.

Bersuit Vergarabat atravesó todos los estados. Surgió a principios de los 90 para imponerse como uno de los abanderados de la renovación del lenguaje rockero en la Argentina.

En sus comienzos, tanto el caos interno como la coyuntura cultural atentaron contra su propio ascenso. Sin embargo, cuando nadie lo esperaba, el grupo liderado por el carismático Gustavo Cordera renació de sus cenizas para posicionarse como referente de una nueva forma de hacer rock en el Tercer Mundo.


“Verborrea. Conversaciones con Bersuit Vergarabat”, realiza un recorrido por la historia de la banda y detalla cada una de las etapas por las que atravesó la agrupación, desde sus comienzos hasta sus proyectos más recientes. Y contiene 50 fotografías inéditas que ilustran algunos de sus momentos más íntimos.

El libro, editado por Zona de Música (nuevo Sello editor de Musimundo), no se formula como una “biografía autorizada” ni como la historia oficial de una de las bandas convocantes del rock nacional, sino que busca repasar los puntos clave de su carrera a través de la voz de sus protagonistas.

Las numerosas entrevistas que integran este libro de conversaciones capitalizan el movimiento perpetuo de un grupo poco afecto a los discursos. Y es en esas contradicciones, en esas marchas y contramarchas tan ambiguas como genuinas, donde la palabra de la banda adquiere su verdadero valor.

"Verborrea" fue presentado en la Feria del Libro por su autor y los integrantes de la banda el viernes 20 de abril, en la Sala José Hernández, Pabellón Rojo de la Rural.

Bien por ti, lindo. Muchas, muchas felicitaciones

2007/04/26

Las palabras sueltas de Abad Faciolince






Curioseando sobre el contenido de la más reciente edición de El librero (abril, número 9) me encontré con una entrevista que realizó Rafael Osío Cabrices al escritor Héctor Abad Faciolince, a propósito de su más reciente novela, El olvido que seremos (Planeta) y la estrecha relación de esta historia con el asesinato del padre del escritor, por allá en 1987.





Sobre la escritura y el proceso de enfrentar realidades poco agradables o contar y escribirse como amuletos para exorcisar demonios, Rafael Osío interroga al autor sobre la escritura como evasión al dolor. Abad, refiriéndose a la importancia de su padre como referente y después de aclarar que finalmente contó esta historia porque “encontré el tono” responde: “Escribir, como leer, escuchar música o pasear por el campo, es para mí una actividad de redención. Me aclara las ideas y me dota de un norte, una serenidad que es benéfica para mi personalidad. Puede que no sea igual para todos, y yo mismo escribo a veces con mucha dificultad, pero cuando termino quedo con una sensación de alegría”.



El tono lúdico y de contenido creado para el divertimento fue la primera noticia que recibí del autor, con Tratado de culinaria para mujeres tristes (1995). Más recientemente, en enero de este año, se publicó la segunda edición de Palabras sueltas (Seix Barral) una suerte de diccionario en que cada definición media entre el artículo lexicográfico y el ensayo, revestido además de un manejo diestro del lenguaje, con sabias dosis de inteligencia y humor, rematado con una frase de Canetti que invita a sumergirse en las delicias del lenguaje: “Cuando no tiene nada en qué pensar, va y lo busca en el diccionario”.



De Abad puede atrapar el lenguaje, la ironía o su descarnada sinceridad, como la que apuntan sus extractos biográficos. Aunque creo que los rasgos se aprecian desde la totalidad, sirvan estas pastillitas para disfrutar de una minúscula parte del trabajo del autor en Palabras sueltas.



Que lo disfruten.





Astucia



Es la inteligencia de los brutos.







Homenaje



Cuando un escritor llega a cierta edad le empiezan a hacer una especie de funeral anticipado a fuerza de banquetes y homenajes. Quizá la muy difundida creencia pagana de que en el más allá las almas se vuelven sordas, nos lleva a pedirles que escuchen en vida las oraciones fúnebres. Es una especie de anticipación de los mementos, una pruebita de lo que puede llegar a ser la fama póstuma…







Poetastro



No es que de poeta y loco todos tengamos un poco. Lo que pasa, de verdad verdad, es que todo el mundo parece una locura de fondo la de creerse poeta. Como la materia prima de la poesía es la palabra y mal que bien todo el mundo sabe hablar, no conozco persona alguna a la que en algún momento de su vida no le haya dado por acuñar una frase bonita…


Sobre la marcha: más de Abad Faciolince



Gracias a Danielito cayó en mis manos el Granta 7, cuya temática gira en esta oportunidad sobre los relatos de viaje -y en el que figura un gentío- entre ellos Abad F., con un cuento titulado "Un camino equivocado". En éste, el autor recrea los avatares de un exiliado colombiano que debe trasladarse junto a su pequeña familia a refugiarse en Roma, y enfrentará la escasez económica, el desarraigo del extranjero y el despecho vital de un hablante de español que se ve obligado a negarse, forjarse y transmutarse en simulador para sobrevivir. Las conexiones con datos biográficos del autor no son pocas, estableciendo como factor desencadenante para el traslado, por ejemplo, el asesinato de su padre, aunado al desarraigo de quien se siente expulsado y maltratado por su tierra y su gente.


Completan esta edición Sontag, Bolaño, Theroux, Atxaga, Faber, Molina, Martínez-Lange, y unas hermosas imágenes de Santos Montes, entre otros, muchos otros. Altamente recomendable.Para más info ir a la última edición de Granta. Que lo disfruten...



2007/04/25

El alma está en el cerebro




La primera vez que vi a Eduard Punset fue hace tiempo, uno de esos domingos en el que dimos bienvenida a la madrugada comiendo helados y viendo tve. Por supuesto, esa l con sonido palatal que tanto nos gusta hizo que el Punset se convirtiera en referencia para otro de esos juegos lingüísticos que de tanto en tanto utilizamos como conectores emocionales o evocaciones sugerentes los que tenemos la dicha, oh sí, de dormir emparejados.

Ya el compromiso estaba hecho. Todos los domingos, 11:00 pm; más o menos, (a menos que cambie la programación) la cita era y es con Redes: divulgación , entrevistas, un noticiero 3000 a ratos incomprensible pero alta, altamente recomendable.

Inteligencia, educación emocional y depresión, entre otras hierbas



Punset acaba de publicar El alma está en el cerebro, resultado de los trabajos de investigación que ha desarrollado durante los últimos diez años y que bien le han valido un lugar especial en el campo de la investigación y la divulgación científica.

Él es adorable y en España lo admiran, siguen y quieren, con toda esa carga afectiva de Prometeo mediático que le adjudican los españoles a sus héroes locales y que bien lo aplauden por sus trabajos rigurosamente científicos o siguen sus andanzas a punta de Hola. En una de las andanzas madrileñas tuve la oportunidad de ver un reality sobre un grupo de chicos y chicas que debían sobrevivir al reto de asistir a una escuela dirigida por el Punset, por cierto que el único reality "respetable" que he visto en mi vida, con el perdón de los acólitos de Orwell.

No resulta sencilla la apuesta: el cerebro, las emociones, la depresión y la reducción del hipotálamo frente al reto de ser y hacernos felices.

Si andan en una cacería de más información sobre este insigne científico que admite sin tapujos que lo que más adora en el mundo es escribir, visiten su blog.

Las relaciones personales constituyen la clave para un mundo y cerebros mejores.

Que lo disfruten


2007/04/14

Globish, globalizando el reduccionismo, haciendo al inglés usable


No más regaños por la incapacidad fonética, cero muecas ni risas incontenibles al tratar de comunicar algo y emular, sin quererlo, a azafatas dando la bienvenida en Barajas. No más castigos por preguntar, en pleno turisteo londinense, si el teléfono está good... llegó el Globish, una suerte de pastilla adelgazante cuyo objetivo fundamental es arrinconar a la sinestesia, las evocaciones y crear una rudimentaria, básica y funcional sintaxis que acerque a los hablantes del planeta a punta de un inglés reducido, compacto, manejable, usable. Ya Odgen había intentado simplificar la lengua inglesa sobre un repertorio de unas 850 palabras y 16 verbos comodín a principios del siglo XX. Pero esto... esto es otra cosa.


Lo sustantivo en el Globish es reducir, simplificar y finalmente, lo que considero una frase poco afortunada: "la lengua que se comerá al esperanto"... uhm... esperamos, sinceramente que tenga un plan B gastronómico.


Globish, una herramienta para los negocios, ya salió a relucir en Chile, que en una de vanguardia, asumió la necesidad de convertirse en una nación bilingüe.


Me tomo mi tiempito, como con todo, para investigar sobre esta solución lingüística para luego comentar con condimentos a Nerriere y su genial invento que se gestó en su experiencia profesional por los abombados y esperpénticos años 80. Mientras tanto, los dejo con la referencia del asunto y de la mano del autor. Que lo disfruten.

Confieso que he vivido a la palabra


Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan... Me prostrerno ante ellas... Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito... Amo tanto las palabras... Las inesperadas... Las que, glotonamente se esperan, se escuchan, hasta que de pronto caen... Vocablos amados... Brillan como piedras de colores, saltan como patinados peces, son espuma, hilo, metal, rocío... Persigo algunas palabras... Son tan hermosas que las quiero poner todas en mi poema... Las agarro al vuelo, cuando van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo, me preparo frente al plato, las siento cristalinas, vibrantes, ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como algas, como ágatas, como aceitunas... Y entonces las resuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo, las trituro, las emperejilo, las liberto... Las dejo como estalactitas en mi poema, como pedacitos de manera bruñida, como carbón, como restos de naufragio, regalos de la ola... Todo está en la palabra. Una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de sitio, o porque otra se sentó como una reinita adentro de una frase que no le esperaba y le obedeció... Tienen sombra, transparencia, peso, plumas, pelos, tienen de todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río, de tanto transmigrar de patria, de tanto ser raíces... Son antiquísimas y recientísimas... Viven en el féretro escondido y en la flor apenas comenzada... Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos... Estos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, butifarras, frijolitos, tabaco negro, oro, maíz, huevos fritos, con aquel apetito voraz que nunca más se ha visto en el mundo... Todo se lo tragaban, con religiones, pirámides, tribus, idolatrías iguales a las que ellos traían en sus grandes bolsas... Por donde ellos pasaban quedaba arrasada la tierra... Pero a los bárbaros se les caían de de las botas, de las barbas, de los yelmos, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes... el idioma... Salimos perdiendo... Salimos ganando... Se llevaron el oro y nos dejaron el oro... Se lo llevaron todo y nos dejaron todo... Nos dejaron las palabras.


En Confieso que he vivido. Pablo Neruda


De la imagen: Pedro Uhart, el chileno versátil. El texto: cierre magistral del excelentísimo profesor para la sesión que nos ocupa. Repito: La diversificación del quehacer del lexicógrafo. El suspiro colectivo no es otra cosa que el timbre de salida.