2007/08/02

Surtek, Chile, 31 minutos y acitón



Uno de esos días de mayo en los que pudimos disfrutar del cierre del programa del Instituto Goethe dedicado a El Dorado, asistimos al concierto de Surtek Collective, el dúo formado por el Uwe Schmidt, alemán y artífice de la corriente post-techno y Vicente San Fuentes, alias "original hamster", quien cuenta con una dilatada trayectoria en su Chile natal y que junto con Uwe han compartido quehaceres con Jorge González, Gepe y un montón de gente, incluidos los cerebros y artífices musicales de 31 minutos, Sr. Coconut, Atom Heart, Flanger, Lassigue Endthaus, Atomu Shinzo y The Stereonerds, entre otros.

Vicente Sanfuentes y el Ranking Top Top Top

Durante el año 2004, la empresa productora Aplaplac ganó un fondo concedido por el Consejo Nacional de Televisión de Chile en la categoría de programa infantil y transmitió la primera temporada del programa 31 minutos, un noticiero compuesto por animales y personajes hechos en lana y con botones acompañados de toda clase de ornamentos. La idea era parodiar a 24 horas, el noticiero que produce la señal estatal. El éxito entre los chamos fue inmediato y se armaron la segunda y tercera temporadas. En Chile se produjeron discos con las canciones del programa, videos y artículos escolares. En 2004, Nickelodeon transmitió la primera temporada.

La primera referencia que tuve de 31 minutos fue gracias a una de mis hermanitas, quien me comentó que había un programa comiquísimo donde aparecía un conejo rojo con mal carácter que era muy inteligente y era periodista. Juan Carlos Bodoque, el conejito, no sólo es la estrella del noticiero, sino que además es el personaje más atractivo y contradictorio: por un lado es sensible, ama la ecología, la lectura y el arte; también es ludópata y vive a diario con una amargura plena en resentimientos.

Allí están también Tulio, el conductor del noticiero, con su asistente Juanín, un montón de hombrecitos que siempre están jugando y moviéndose en el fondo, los reporteros y una sección especial, una de mis favoritas, llamada Ranking Top Top Top, liderada por Policarpo Avendaño y su peluquín Manolo. En esta sección aparecen los "top hits del momento" y en la primera temporada hasta contaron con su entrega de premios llamada Los Policarpo top top top Awards.

En este ranking participaron músicos jóvenes y productores de la vanguardia chilena, quienes apostaron por el proyecto y cuyo trabajo puede percibirse, disfrutarse y celebrarse en cada una de las canciones, bien sea en temas como Lala-Lolo, Me cortaron mal el pelo y Bailan-sin-cesar hasta Severlá-Otto y los sarcófagos del ritmo. En esa banda sonora apareció en alguna ocasión Vicente, una experiencia que recuerda y refiere con cariño y respeto; celebrando por supuesto que también existan fans de 31 minutos en nuestro país.

El héroe de la programación de 31 minutos es un niño llamado Calcetín con rombos man, un defensor de los derechos de los niños y el guardián de una ciudad llamada Cómoda. Tras cada aparición, algunos riff marcan los diálogos y a mitad de capítulo Calcetín recita desde un podium uno de los derechos del niño. Calcetín es eso: una media de rombos con lentes acuáticos. Sencillo pero contundente.

No son cuchis ni edulcorantes como Elmo, redonditos como Monster Cookie o misteriosos como The Count (objeto de culto de quien escribe). Los peluches y muñequitos de 31 minutos son feos, multiformes, desgarbados. Quizás allí comience el encanto: son tan humanos, tiernos, decentes, chistosos, ansiosos y falibles que la empatía es inmediata. Con los programas de la primera temporada hay que tratar de atisbar sobre las acepciones de algunos usos chilenos; para la temporada transmitida por Nickelodeon cambiaron algunas cositas, pero en esencia es la misma propuesta y los mismos personajes. En 2008, se espera el estreno de la película, punto culminante para los productores y al mismo tiempo fin de la serie, según los entendidos.


Surtek collective y el acitón



Acitón es una mezcla de dos partes de regaetón y una de techno, aderezada con mucho humor y samplers, dispuesta en una laptop tuneada y armada de toda clase de aparejos y con un micrófono servido para toda clase de improvisaciones. Durante su presentación el 19 de mayo en el local Envivo en Caracas, pudimos disfrutar de varias horas de acitón, caras de sorpresa y la sincera intención de más de un rockstar criollo que hizo su mejor esfuerzo en tratar de seguirle el ritmo a lo que el colectivo llama "el perreo mental". Nada de lírica a lo calle 13 (no, no me gusta) ni cadenitas bling bling: el acitón puso a todo el mundo (strictu sensu) a bailar.



2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Dak! está muy bueno tu blog =D pásate por el mio y memandas un saludito! Saludos a tu famili chau

Unknown dijo...

http://izzyrv.blogspot.com/