2008/04/13

El ignorante cosmopolita (versus la promisoria literatura venezolana)*


Hay nombres de autores y títulos (sobre todo de narrativa, por cierto) que se nos han vuelto familiares, aún sin necesidad de leer lo que han escrito. Firmas, autores con honores, experimentados o destinatarios algunos de una fama que precede a sus ejercicios literarios o que los coloca en el mapa como autores venezolanos con reconocimiento internacional.

Acostumbrados como estamos al hecho que de vez en cuando aparezca un venezolano como sujeto de titulares, puede ser que nos olvidemos del andamiaje compuesto por casas editoriales, editores, publicistas y algunos adminículos diversos que ayudan a lograr el reconocimiento y difusión de la obra en cuestión. Por otro lado, cada vez más venezolanos engrosan la lista de escritores que ya sea desde el exilio o producto del apoyo de grupos editoriales y concursos literarios foráneos, publican y gozan de prestigio fuera de nuestras fronteras.

Para el escritor Fedosy Santaella, más allá de especular con nombres de escritores venezolanos dignatarios de éxito en un futuro cercano, habría que detenerse a pensar en lectores, editoriales y “otras exigencias culturales” que bien podrían ayudar a posicionar a los escritores venezolanos en el exterior.

“En nuestro país”, dice, “algunos, no todos, sufrimos la extraña enfermedad del ignorante cosmopolita: pensar que lo de afuera es mejor que lo vernáculo y, lo que es peor, despreciar lo criollo. El pensamiento que no podemos escuchar pero que la telepatía de la experiencia nos permite captar es el siguiente: "¡Qué va a escribir ese carajo nada!". ¡Claro! No escribimos mejor que ningún autor de Anagrama, así nos hayan publicado en Anagrama”.

Según Santaella, otro aspecto a considerar son los sellos editoriales y la inversión que realizan sobre sus autores: “Creo que hace falta un mayor apoyo de las editoriales. No es fácil llevar nuestros libros a otras partes, lo sé; pero el esfuerzo debe continuar”.

Para el escritor Roberto Echeto, no sólo es necesario el apoyo de las editoriales, también hay que aprovechar a los escritores venezolanos que ya cuentan con obra publicada en el exterior y que no son pocos: Israel Centeno, por ejemplo, ha editado ocho libros en Venezuela y uno en Estados Unidos, y acaba de lanzar la novela Iniciaciones en España. Juan Carlos Méndez Guédez, barquisimetano de nacimiento, ha publicado la mayoría de sus libros en España: El Libro de Esther (1999) finalista del XII Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos; Árbol de Luna (2000); Una tarde con campanas (2004), finalista del V Premio Unicaja de Novela Fernando Quiñónez; Tan nítido en el recuerdo (2001), y su libro de relatos Hasta luego, Míster Salinger (2008).

Otros nombres prefiguran en esta lista: Domenico Chiappe, Juan Carlos Chirinos y Ednodio Quintero, por citar sólo a algunos. Quizás, ojalá, se encuentre aquí a alguno de los escritores que, a punta de fama internacional, sean valorados con justicia fronteras adentro.



*Publicado en la revista
Contrabando, primer cumpleaños: número 12.

3 comentarios:

Cristian M. Piazza dijo...

Dakmar,

tantas cosas que decir al respecto que no sabríá por donde empezar.

Las editoriales (no sé cuantas quedan) tienen sus responsabilidades y sus flaquezas de mercado, pero también el escritor que no termina de encajar en ningún lado, ni siquiera entre ellos mismos.

Hablo con muchos años de distancia, pero siento que los patrones persisten. Espero equivocarme.

Besos

Dakmar Hernández dijo...

Pues yo igual, tantas cosas que podríamos comentar al respecto.
Creo que acá hay de todo como en botica: escritores que no encajan, editoriales al servicio de variadas motivaciones, lectores que no compran libros, libros que no se publicitan, ni venden.
Sin embargo, la idea es ser optimista (siempre) y apostar porque el boom se convierta en hábito y precedente, porque se reconozca fronteras adentro (de una vez por todas) la nueva, novísima literatura venezolana... o algo así.
Un beso,
se le quiere siempre,

J. L. Maldonado dijo...

Nada qué objetar a tu texto. Casualmente le estoy dando vueltas al tema en mi cabeza por razones que desconozco. Lo cierto es que es tal como planteas tú y tus citados, esto es algo que notamos los que nos gustan los libros. Fedossy estuvo por cierto en mi programa, espero tenerte pronto a ti.
En esa misma onda complemento con la poeta Mharía Vásquez Bennaroch, publicada en Europa (España, Inglaterra y sé que me faltan otros países), pero que su ausencia anaquelera es notable en nuestro país. Saludos..