Curioseando sobre el contenido de la más reciente edición de El librero (abril, número 9) me encontré con una entrevista que realizó Rafael Osío Cabrices al escritor Héctor Abad Faciolince, a propósito de su más reciente novela, El olvido que seremos (Planeta) y la estrecha relación de esta historia con el asesinato del padre del escritor, por allá en 1987.
Sobre la escritura y el proceso de enfrentar realidades poco agradables o contar y escribirse como amuletos para exorcisar demonios, Rafael Osío interroga al autor sobre la escritura como evasión al dolor. Abad, refiriéndose a la importancia de su padre como referente y después de aclarar que finalmente contó esta historia porque “encontré el tono” responde: “Escribir, como leer, escuchar música o pasear por el campo, es para mí una actividad de redención. Me aclara las ideas y me dota de un norte, una serenidad que es benéfica para mi personalidad. Puede que no sea igual para todos, y yo mismo escribo a veces con mucha dificultad, pero cuando termino quedo con una sensación de alegría”.
El tono lúdico y de contenido creado para el divertimento fue la primera noticia que recibí del autor, con Tratado de culinaria para mujeres tristes (1995). Más recientemente, en enero de este año, se publicó la segunda edición de Palabras sueltas (Seix Barral) una suerte de diccionario en que cada definición media entre el artículo lexicográfico y el ensayo, revestido además de un manejo diestro del lenguaje, con sabias dosis de inteligencia y humor, rematado con una frase de Canetti que invita a sumergirse en las delicias del lenguaje: “Cuando no tiene nada en qué pensar, va y lo busca en el diccionario”.
De Abad puede atrapar el lenguaje, la ironía o su descarnada sinceridad, como la que apuntan sus extractos biográficos. Aunque creo que los rasgos se aprecian desde la totalidad, sirvan estas pastillitas para disfrutar de una minúscula parte del trabajo del autor en Palabras sueltas.
Que lo disfruten.
Astucia
Es la inteligencia de los brutos.
Homenaje
Cuando un escritor llega a cierta edad le empiezan a hacer una especie de funeral anticipado a fuerza de banquetes y homenajes. Quizá la muy difundida creencia pagana de que en el más allá las almas se vuelven sordas, nos lleva a pedirles que escuchen en vida las oraciones fúnebres. Es una especie de anticipación de los mementos, una pruebita de lo que puede llegar a ser la fama póstuma…
Poetastro
No es que de poeta y loco todos tengamos un poco. Lo que pasa, de verdad verdad, es que todo el mundo parece una locura de fondo la de creerse poeta. Como la materia prima de la poesía es la palabra y mal que bien todo el mundo sabe hablar, no conozco persona alguna a la que en algún momento de su vida no le haya dado por acuñar una frase bonita…
Sobre la marcha: más de Abad Faciolince
3 comentarios:
Gran Dakmar, esposa de Félix, madre de Sebastián, agradezco y apoyo enormemente lo que estás haciendo en tu blog. De seguro, ya tendrás más admiradores. Bss
Danielito el de Granta
Gracias a ti por pasar!!!
Besos y amapuches
nice post, it's really interesting for me today, thx
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