2008/11/26

Wood and Stock



El mejor hallazgo del fin de semana electoral. Con la voz de Tom Zé, una excelente banda sonora y mucho humor. Más inteligente y con mucha más pertinencia que la mayoría de las declaraciones que me ha tocado escuchar... Una de esas cosas que agradecerle a la televisión por cable.

2008/11/17

Disciplina en positivo: contra el castigo físico en niños, niñas y adolescentes


Todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho al buen trato. Esto comprende una crianza y educación no violenta, basada en el amor, el afecto, la comprensión mutua, el respeto recíproco y la solidaridad. Art. 32. LOPNNA

Conozca la diferencia entre aplicar castigos o corregir actitudes en la educación de los niños, así como la importancia de crear comunidades del buen trato


En ocasiones resulta frecuente escuchar a padres o abuelos refiriéndose con respeto hacia el castigo como un elemento importante en la formación del carácter o correctivo ante una actitud no deseada. Para Carlos Trapani, abogado y coordinador de Incidencia Pública de Cecodap, el castigo físico y humillante contra niños y niñas es un fenómeno social "presente en todas las culturas, que trasciende el estrato social y puede ser visto como un método efectivo y rápido para procurar educación y corrección". No es casual que la "nalgada a tiempo" se acepte socialmente como acción para evitar conductas no deseables. "Lo que no saben es que allí está el nervio ciático; un golpe fuerte, sobre todo con un objeto contundente, podría hacer sangrar a los músculos que lo rodean y posiblemente se dañe el nervio, ocasionando un impedimento en la pierna", afirma Trapani.


Castigo físico. Para la alianza internacional Save The Children, el castigo físico incluye "golpear a un niño con la mano o con un objeto (como un bastón, una correa, un látigo, un zapato); patear, sacudir o arrojar a un niño; pellizcar o jalarle el cabello; forzar a un niño a quedarse en una posición incómoda o indigna, o a que haga ejercicio físico en exceso; quemar o causar una cicatriz a un niño; así como amenazarlo con realizar cualquiera de estas acciones". Cecodap, la Organización Nacional de Derechos Humanos de la Niñez y Adolescencia en Venezuela, pretende abolir no sólo la práctica del castigo físico, sino toda forma de castigo físico humillante que implica la agresión que realiza cualquier persona, con la intención de corregir, educar, o controlar a un niño, niña y adolescente a través de un trato "ofensivo, denigrante, desvalorizador, estigmatizante o ridiculizador que incluye la deshonra, descrédito o menosprecio al valor o dignidad persona l, aislamiento, recha zo, negligencia, abandono, comparaciones destructivas, actos que causen daños emocionales y psicológicos que conllevan a disminuir su autoestima, a perjudicar o perturbar su pleno desarrollo". Estas acciones se convierten en maltrato cuando la intención y la severidad de las lesiones responden no a la corrección de una actitud, sino a herir o lesionar al niño.

"Los niños quieren portarse bien, pero necesitan saber cómo hacerlo"

El pasaporte del buen trato
La crianza no violenta persigue la eliminación de cualquier forma de castigo físico, bien sea en la escuela, en la casa o en las calles. "Proscribir el uso de la fuerza y el castigo físico o humillante como métodos de corrección de actitudes, falsos ejemplos de disciplina o fortalecimiento del carácter", propone el Cecodap.

"Con la entrega del pasaporte a la comunidad del buen trato buscamos definir y construir zonas libres de agresiones, castigos físicos y humillantes, así como tejer una red nacional para la promoción de la cultura de buen trato hacia los niños, niñas y adolescentes".

Las reglas claras
Para Trapani, "la disciplina positiva asume que los niños quieren portarse bien, pero necesitan ayuda para comprender cómo hacerlo". Una educación basada en la disciplina positiva se basa en el aprendizaje de los niños a través de la cooperación y de la recompensa, más que en el conflicto y el castigo.


Claves para la disciplina positiva

· Póngase siempre en el lugar del niño.

· No sacuda, empuje o golpee en las manos ni en otro lugar del cuerpo del niño.

· Sea ejemplo en todo momento, no valide la violencia en ninguna de sus formas.

· No participe en discusiones acaloradas, espere a que todos estén más calmados.

· No condicione el cariño. Demuéstrelo con abrazos, besos y palabras.

· No diga ni haga cosas que a usted no le gustaría haber escuchado de sus padres.

· Enseñe a pedir perdón, pidiéndolo cuando se equivoque.

· Elogie lo que haga bien, y en caso de crítica, hable sobre la acción realizada y no sobre el comportamiento en general.

· Tome decisiones junto a ellos, explique los porqués.

· La disciplina debe tener una relación clara y proporcionada con el comportamiento que debe cambiarse.

· La meta es hacer a los niños responsables de sus actos y asumir las consecuencias de ello, no hacerlos sentir culpables de sus equivocaciones.

· Siempre es el comportamiento y no el niño el que debe ser calificado como equivocado.

· Proponga más acciones que prohibiciones.


Si no le pego, ¿qué hago? L a s consecuencias del castigo humillante provocan en el niño el riesgo de desarrollar serios problemas socia les, f ísicos y psicológicos, como v iolencia física y depresión. "El castigo tra nsmite que la v iolencia es una conducta aceptable, que está bien que una persona más fuerte use la fuerza para coaccionar a una persona más débil. Daña su autoestima y promueve expectativas negativas de sí mismo" afirma Trapani.

El castigo físico es una medida no efectiva de disciplina. Lejos de pretender que los niños "hagan los que les dé la gana", la idea es mostrar que existen maneras positivas de enseñar, corregir o disciplinar a los niños que contribuyen con su desarrollo, mejoran las relaciones con sus padres y no incluyen el castigo físico y humillante. "Lo mejor es fijar límites precisos, firmes, coherentes con la edad del niño y a cumplir por parte de todos los miembros de la familia".



2008/11/09

Viviendo con un homo zappiens




Sí. Zappiens como término acuñado por Wim Veen para dar cuenta a las generaciones cercanas a la tecnología y futuros traductores de la cambiante y vertiginosa realidad tecnológica y su aplicación diaria:
La del Homo Zappiens es la generación que ha crecido usando tres instrumentos desde su más temprana infancia: el control remoto del televisor, el ratón de sus computadoras, y el teléfono celular. Estos tres artefactos han permitido a los niños de hoy tener control sobre el flujo de información, lidiar con la información abrumadora, seleccionar la información con propiedad, de manera atinada y de acuerdo con sus necesidades.

Motivada por el post que escribiera Juliana sobre la experiencia funesta de quedarse sin conexión a Internet en un hogar con dos adolescentes, creo que es súper interesante la reflexión que realiza sobre las visiones de los docentes del colegio de sus chamos y sus opiniones frente al uso de las nuevas tecnologías como elemento presente en las aulas de clase y fuera de ella .Tengo días armando mis impresiones sobre el reciente seminario de Nuevas tecnologías y educación que acabo de terminar como parte de mi paso por el Programa Integral en línea para la formación de promotores de Lectura del Banco del Libro, (donde contamos con un profe de lujo) y que apuntan un poco a propiciar la reflexión sobre el uso y la valoración de la tecnología y la lectura hipertextual de nuestros pequeños internautas. Toy full de trabajo, pero avanzo. Este no es un tema accesorio, mas bien urgente para quienes ejercemos la docencia o tenemos chicos naturalmente vinculados con la tecnología y de funcionamiento multitasking, como apuesto que son todos, o casi todos los chamos y niños de hoy.
El docente pareciera que se resiste a la inclusión de la computadora, el blog, los rallys virtuales y otras atractivas formas de estrategias educativas a veces con temor de ser superados por sus alumnos en cuanto a aptitud tecnológica: no es un secreto. Lamentablemente, esta es una realidad imposible de evadir que exigirá preparación y apertura por parte del nuevo maestro. Veremos.
Tengo un par de amigos adorables que me han criticado que le regalemos una laptop y la apertura de la cuenta de facebook de mi Sebas-zappiens. Más allá de explicarles que mi actitud es un elemento más de comunicación (como participar de tareas y proyectos escolares, entender complicadísimos nombres de videojuegos, caracteres o comics) y comprensión generacional y tecnológica, que nunca dejo de monitorear las búsquedas y los hábitos internautas de mi chiquitín, existe el temor absolutamente sano por cuestiones de seguridad o la aproximación de personas (pedófilos, etc).
Creo que con asesoría y supervisión, configurar la red para que nuestro hijo no se encuentre en peligro frente a contenidos dudosos y mucha comunicación, podemos contribuir al desarrollo de nuestro pequeño zappiens sin ponerlo en peligro. Quizás comprender que pertenecemos a otra generación nos ayude a comprender mejor la realidad.
Mis amigos aún no tienen hijos. Yo tengo un traductor de 8 años y una bebita de siete meses que ama y muerde a sus libros y grita de emoción frente a contenidos de baby einstein o baby tv.

2008/11/08

Sobre la Filven y otras hierbas


Después de picar rico en Rey David (tarde para desayunar y muy temprano para almorzar) emprendimos el traslado hasta Bellas Artes e iniciamos la caminata al corredor donde se montó este año la FILVEN: el parque Los Caobos. En mi humilde y libre opinión, una deslucida, descuidada y amainada feria del libro.

Entre los hallazgos (no es fácil encontrar novedades fronteras adentro, como es por tod@s sabido) y haciendo honor a mis fetiches recién incorporados, los diccionarios, encontré una edición de un diccionario lunfardo de los libros miniatura de Bonsai editores (y uno de Frida y el Principito, Tango y miles más); una libretica espectacular de Héctor Lavoe (en Caracas sello editorial), más libros hermosos de sm y Ponte poronte en ekaré, y después de curiosear en el pabellón dedicado a Ecuador, local de exhibición que contaba con un punto de venta al menos 20 m fuera del recinto donde se exponian los libros (¿?), encontré un poemario dedicado a Guamán Poma de Ayala escrito por el joven ecuatoriano Paúl Puma.

Saludar a los panas, a ex compañeros, ex jefas y a cómplices en proyectos en tránsito. La feria se convirtió, en mi caso, en un lugar de encuentro paralelo al ollantay actual que supone el microcosmos editorial ferias adentro. Siempre defenderé el hecho de que soy una lectora que compra casi en su totalidad los libros que lee y reseña, si bien hay editoriales amabílisimas que me consienten ocasionalmente como lectora y eso se agradece, por supuesto. Pero la feria ya no es un espacio al que voy a buscar libros, cazar actividades, conferencias, a disfrutar de conciertos al aire libre; (miren lo que pasó con Sin Sospechas y Palmeras Kaníbales, por mencionar sólo dos) a encontrar a los panas escritores o editores... la feria en esta edición sobresale por su evidente desorganización y descuido. Qué tristeza.

2008/11/06

demolición de los días*


Alexis Romero (Ciudad Guayana, 1966) es profesor universitario, poeta, crítico, articulista y árbitro de publicaciones nacionales e internacionales sobre cultura, política, filosofía, educación, pedagogía y literatura. Ha publicado los poemarios lo inútil del día (1995), santuario del verbo (1996), que nadie me pida que lo ame (1997), cuaderno de mujer (2002) y los tallos de los falsos equilibrios, Premio Internacional Bienal José Antonio Ramos Sucre en su edición del año 2000.

Destacado especialista en el área de la gerencia del conocimiento y reputado librero de nuestra ciudad, participó recientemente en el Premio Anual Transgenérico de la Fundación para la Cultura Urbana en su edición 2008. Demolición de los días, poemario considerado como “el punto más alto de su obra en formación” le valió la publicación tras la consideración unánime del jurado.

En demolición de los días se aproxima la ausencia. Las palabras revisten el presagio de la pérdida patrimonial y esencialmente humana de la urbe conocida. La voz del poeta interviene calles, nombra edificios emblemáticos, canta a espacios urbanos y objetos conocidos; anuncia el tránsito o la desaparición inminente de edificaciones, actitudes y personajes que se encuentran en sus calles. No se trata de un discurso hermético; el lenguaje viaja en expresiones elegantes y cuidadas, construidas con elegante sencillez y entusiasmo, palabras, imágenes y frases que reflejan esencialmente nuestra condición de transeúntes sobre el desánimo de la memoria.


*Publicado en Contrabando. "Poesía citadina para la memoria". Año 2. Número 16. 2008.

2008/11/04

El remate de Ekaré

El pasado 31 de octubre tuve la oportunidad de adquirir unos cuantos libros de ensueño, algunas libreticas, la agenda y marcalibros en el gran remate que organizó el sello Ekaré. La cosa fue tan exitosa, se acercó tanta gente por los predios del Banco del Libro y hubo tanto ánimo con algunos títulos que la editorial lanzará un segundo mercadito para mediados de noviembre. (Por supuesto que aviso y cuelgo acá la fecha y demás señas).
Para engalanar esta entrada se me ocurrió la brillante idea de tomarle una foto a mi lectora talla cero distraída en su corral jugando con el globo azul (cortesía de la editorial). La cosa no era para menos, su primera bomba, la oportunidad de contarle de sus gritos de alegría cuando vio los pollitos de Pikinini marcando la ruta hasta el bazar.. antes de hacer *click* Andrea pellizcó la superficie y se quedó con los pedazos de goma entre las manos. La del susto fui sólo yo, por cierto...
Si no conocen el Banco del Libro, esta es una oportunidad impelable de acercarse hasta allá, al principio de la avenida Luis Roche, en Altamira. Eso sí, lleguen temprano, que Lin amenaza con llevarse todos los libros (again)!

2008/10/27

Medegin-tonic

parceros !! (medellin)*
16 de octubre los paisas fueron el mejor publico, el más entregado-generoso & ardiente, que hayamos visto... lo que vimos, lo que escuchamos, lo que vivimos tocando hoy vamos a guardarlo, para siempre, en un rincón importante de nuestro corazón, siempre, y cuando digo siempre será siempre, estaremos esperando volver a medellin ! ---- con las dos manos en el corazon : tierra bendita...
morada eterna de carlos gardel
que, seguramente, estaba escuchando el ruido que formamos entre todos anoche.
gloria pura-pura vida
de nuevo, la banda (LST) fue un killer stradivarius, se supo ganar la euforia desatada.

Andrés Calamaro



* En Andrés Calamaro. Gira "La lengua popular" 2008.









2008/10/21

Doctor Yaso: payasos de hospital en Venezuela


Sonrisas que curan. El humor y la risa se promueven la buena salud y fortalecen el sistema inmunológico

Reírse es importante. Numerosos estudios y profesionales en el mundo insisten en la importancia de la risa y el buen humor para lograr buena salud y en general para disfrutar la vida. Los efectos de la risa son innumerables, ya que se estimulan órganos, fortalece el sistema inmunológico, se relajan los músculos y disminuye considerablemente el estrés. A estos efectos terapéuticos hay que sumarle el valor psicológico que puede aportar la risa en la mejoría y salud mental de un paciente. Experiencias hay muchas: en personas que sufren desnutrición, condición de refugiados, víctimas de desastres o tratamientos invasivos, la risa actúa como mecanismo de defensa y recurso efectivo para enfrentarse al dolor o la enfermedad.

La risa cura, es inocua, fácil, gratis y a los niños les encanta. Genera un estado de bienestar que supera con creces el desgaste físico y psicológico de quien sufre de angustia o posee mal humor. Desde hace algunos años, médicos y especialistas confían en la risa como terapia en casos de enfermedades con tratamientos prolongados y niños que deben permanecer en las instituciones hospitalarias. En Venezuela son varios los colectivos que han decidido llevarle sonrisas a pacientes niños y adultos, buscando humanizar la atención hospitalaria y sensibilizar a quienes interactúan y conviven con niños y adultos con enfermedades.

En 1999 se realizó el primer ciclo de talleres sobre el valor terapéutico de la risa en el Celarg, Casa Rómulo Gallegos. El organizador fue Menahem Belilty, director de la agrupación Takititá y presidente la fundación Risas por la Vida. El espacio sirvió para conocer la importancia de la risa, el buen ánimo y el optimismo como recursos de mejoría para pacientes, sin importar la edad de éstos. Belilty participó también de un equipo que trabajó con niños con cáncer en el Hospital Oncológico Luis Razetti y pudo demostrar con porcentajes y sonrisas la mejoría de los pequeños tras varias sesiones de risoterapia.

En febrero de 2005, a raíz de la vaguada en el estado Vargas, un grupo de actores venezolanos realizó varias funciones teatrales basadas en la terapia de la risa para los niños y niñas damnificados que se encontraban en el Poliedro de Caracas. Luego de incursionar en algunos hospitales y conocer la recuperación de algunos pacientes, decidieron armar el proyecto Doctor Yaso, payasos de hospital. Actores, médicos y artistas visitan desde entonces hospitales, orfanatos, refugios y casas de los abuelos. El objetivo es llevar “un momento de felicidad, contribuyendo de esta manera a mejorar su calidad de vida y ayudando a superar el mal momento que están padeciendo” aseguran dos de sus fundadores, Jorge Parra (Domingo Mondongo) y Lilver Tovar (Luna).

Doctor Yaso cuenta con colectivos en varias ciudades como Maracaibo, Barquisimeto y Valencia, entre otras. También cuentan con talleres de formación de voluntarios donde los únicos requisitos son querer llevar felicidad a otros, ropa cómoda y por supuesto, una gran nariz roja.

“El doctor Patch Adams, creador de esta corriente, trabaja hace más de 13 años en el Instituto Gesunthaid, —salud, en alemán— de atención gratuita. El especialista descubrió que los pacientes expuestos diariamente a situaciones de humor y que le produzcan risa se sienten mejor, necesitan menos medicinas y fortalecen su sistema inmunológico”

Niños que ríen

• Son más felices y tolerantes con su enfermedad
• Sufren menos
• Se relajan con mayor facilidad
• Hacen ejercicio sin saberlo
• Activan el sistema inmunológico
• Oxigenan sus tejidos
• Las personas que ríen poco, o carecen de sentido del humor, son más propensas a padecer enfermedades graves.

Señas
Risoterapia: http://www.risoterapia.org.ve/
Doctor Yaso, payasos de hospital: http://www.doctoryaso.com/home.php

Fotografía: Cortesía Nicola Rocco.

*Publicado en la revista Todo en domingo, No. 4 70. 19 de octubre de 2008

2008/10/02

La identidad suspendida*


Fernando Yurman es psicoanalista con experiencia clínica y docente en Argentina y Venezuela. Conocido conferencista sobre arte y psicoanálisis, ha publicado ensayos y libros sobre arte y cultura, como Psicoanálisis y creación (2002), La temporalidad y el y duelo (2003), entre otros.

En esta entrega, el autor indaga en torno al concepto de la identidad. “No es sólo una vivencia. Con la identidad trafican todos los visitantes que indagan la cultura y la identidad (…) Pese a la imprecisiones, la identidad ha sido siempre solicitada por el saber académico, y es en su prisma que acostumbra a refractarse por las distintas direcciones”.

En este sesudo y ameno trabajo plagado de referencias psicológicas y culturales se destaca la importancia de ciertos elementos y vivencias como la paternidad, la imagen, otras culturas y el arte como líneas de búsqueda que plantean sugerencias, más que de verdades irrefutables. Desde nociones como el espejo, el autorretrato, la biografía y la mirada hasta los meandros de la identidad, pasando por la discriminación y el narcisismo; Yurman invita a transitar el camino del reconocimiento y la búsqueda de la identidad. “La identidad, el borde que se configura desde el Yo, es una elipse que borbotea inestable, tensada sobre nuestro pasado y sobre nuestro futuro, y en esa magma cambiante habrá de cristalizar un autorretrato”.


*Publicado en la revista Contrabando, año 2, número 15.

Vivir libre de culpa*

Los epítetos no escasean a la hora de retratar el variopinto mundo de las relaciones sentimentales. El efímero, la psico, la gris, la estrecha, el irrepetible —por aquello de la ausencia de segundas partes— y en los casos más funestos y populares el donante o la solicitada. Un buen calificativo asignado en su momento puede contar en sí mismo el destino de una relación con humor y sin necesidad de mayores explicaciones. En ese sentido, Mi marido es un cornudo, el libro más reciente de Elizabeth Fuentes es peligroso, sin duda. Una periodista provista de mucha inteligencia y suficiente humor como para reírse de sí misma y del mundo, retrata en una historia bien documentada el clima, las precauciones, las excusas, los motivos y hasta las pesquisas criminales e historias más famosas que trae consigo la relación de alteridad; felicidad o sufrimiento con daño a terceros y al patrimonio que puede traer consigo la infidelidad. Ella, la protagonista de la historia, a ratos entre la ficción y la autobiografía, es una periodista con varios años de casada y con la sensación de que la vida se le destiñe. Él es El intermitente. Tras los encuentros fugaces y espontáneos en la oficina, el tiempo confabula la consumación de una cita que a ratos suscita carcajadas sinceras y en ocasiones invita a reflexionar sesudamente sobre las relaciones de pareja. Al descubrirse envuelta en una relación de adulterio, nuestra protagonista no podrá evitar hacerse preguntas sobre su condición ni podrá ignorar a su naturaleza curiosa, por lo que comienza a estudiar el fenómeno en el que se ve envuelta y por ello ofrece un detallado reportaje que da cuenta de los orígenes, las circunstancias, la tipología y los recursos que posee y provee el adulterio. Las mujeres en esta historia dejan de representar el papel de víctimas del engaño para engalanarse con su lingerie de estreno y escaparse tras muchas excusas a Miami. Aunque todo affaire extramarital no resulta en ocasiones un capítulo digno de recordar, mejor seguir el consejo, por si acaso, de la doctora Ostarg, del Instituto Italiano de Ciencias Sociales, en el que recomienda que no se cuente ni se pregunte: “Nunca le pregunta a su cónyuge sobre su infidelidad y jamás diga una palabra sobre las suyas. Mientras menos sepan ambos, mejor”.

*Publicado en la revista Contrabando, año 2, número 15.

Balza en tres entregas*



José Balza (Delta del Orinoco, 1939), vive y trabaja entre su ciudad natal y lugares como Caracas, New York, Praga o Madrid. Su obra literaria y crítica lo señala como uno de nuestros escritores con dilatada trayectoria y número de publicaciones en varios idiomas. Se inicia en el año 1965 con la publicación de la novela Marzo anterior. Ha sido traducido a varios idiomas y su obra abarca todos los géneros y expresiones artísticas. Merecedor de importantes reconocimientos como el Premio Municipal de Prosa, 1965, Premio de Narrativa Conac, 1977 y Premio Nacional de Literatura en 1991. Durante 2008, dos editoriales venezolanas publican tres de sus obras en los géneros de ensayo, fábula y narrativa.

Con El doble arte de morir (Ediciones B), vuelve el sello Bruguera a nuestro país. En este trabajo que contó con la dirección editorial de Silda Cordoliani, se muestra lo que el autor ha bautizado como “ejercicios narrativos”, un collage en el que se mezclan algunos relatos conocidos y dispersos en diferentes publicaciones junto con la más reciente producción cuentística e inédita de Balza. Para Rodrigo Blanco, designado como el maestro de ceremonia durante el lanzamiento, El doble arte de morir “es un volumen que tiene una fuerza y una versatilidad que hacen de Balza un verdadero triatlonista de la narrativa. Allí confluyen varias modalidades del relato, como el minicuento, el cuento breve o medianamente extenso y la novela corta”.

Un hombre de aceite (bid & co. editor) uno de los títulos integrantes de la Colección País portátil y etiquetado como fábula. El petróleo es el hilo conductor y materia que vincula a los personajes variopintos que retrata el autor. “Tal es la materia que relaciona a un alto gerente, a la ciudad del lago y a la capital, a mujeres de intensa y diferente acción vital, al narcotráfico y al líder sociópata que reaparece en Venezuela cada tantos años”. El petróleo es el espíritu que recorre la vida de estos personajes opuestos y contrastantes que dan cuenta de la realidad colectiva del país.

Pensar a Venezuela (bid & co. editor) se compone de algunos trabajos concebidos especialmente para esta edición. También se reproducen otros que han sido parcialmente difundidos en publicaciones especializadas. La premisa de este estudio no es nada fácil: “El eje de estos ensayos es examinar la coherencia intelectual de Venezuela”. Pensamiento colonial venezolano, filósofos, escritores y personajes emblemáticos tienen cabida en este volumen. José Balza transita por personajes, momentos históricos, corrientes de pensamiento, estereotipos y axiomas buscando aproximarse a la interrogante con la que anuncia la travesía: “¿Llegaremos, alcanzaremos a ser una Venezuela íntegra?”


*Publicado en la revista Contrabando, año 2, número 15.

2008/10/01

Gradueichion

Ya he expuesto sesudamente en este espacio mis ideas acerca de la Lexicografía como ciencia y campo de estudio, como ojeto y hasta como pasión académica teñida de idealismo. El pasado 26 de septiembre asistimos finalmente a nuestro acto de graduación del postgrado en el Salón Rojo de la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello. Con el diploma en la mano, se cierra el proceso de las clases y el intercambio; ahora se abre la puerta para desarrollar los proyectos de investigación y publicación que nos trazamos durante estos dos años. Tamaño compromiso, nojuegue.
La gordita (mi pequeña Andrea) vivió conmigo el último semestre del postgrado, la hechura e interminable corrección de la tesis y los abrazos, mimos y cuidados de mis compañer@s. Recuerdo uno de los días en los que Sebas me acompañó a clases y aprovechamos la oportunidad de indagar sobre el uso del diccionario en manos de un chico de siete añitos (para aquel entonces). Encantador y parco a la vez, Sebas nos contó de su relación con su pequeño diccionario y hasta nos recitó la lista más reciente de búsquedas...
Desarrollamos en colectivo una implacable relación de admiración y cariño con nuestro profe, tutor y coordinador, Edgar del Valle Colmenares y asistimos a clases dictadas por notables figuras del ámbito lingüístico y literario de nuestro país como Zayda Pérez, Luis Barrera Linares, Francisco Javier Pérez y Germán Flores, entre muchos otros. De lujo, pues.
Entre las fotos que abundan de nuestro momento paparazzi me quedo con ésta. Ya no sabíamos a dónde mirar y empezábamos a hacernos chistes. La sesión completa que hizo Sebas (el fotógrafo oficial siempre presente en los magnos eventos) está en el facebook.
¡Felicitaciones!





2008/09/08

Los años de la guerra a muerte*

Los años de la guerra a muerte. (Bolívar, Boves, “El Diablo” Briceño y José Félix Ribas)

Novela

Mario Szichman

José Agustín Catalá, editor / El Centauro ediciones

2007

Una vez que se obtiene la Capitanía General de Venezuela, los defensores de España reaccionan violentamente y tras conseguir un importante apoyo popular, acaban con el movimiento revolucionario. A partir de un mapa compuesto por narraciones que confluyen simultáneamente, los hechos que se reúnen en este libro cuentan desde el presente las acciones de las figuras más resaltantes de la independencia y la reacción realista, configurando un rompecabezas donde las anécdotas se funden con las grandes acciones y lo accesorio se convierte, a ratos, en el motivo principal de los capítulos que le suceden.

Según Catalá, editor responsable de la obra, en Los años… se encuentra la juventud e inexperiencia de los grandes protagonistas de la historia: “En la época de la guerra a muerte, Bolívar tiene 30 años, Boves, 31, Ribas, es un viejo de 38 años. No hay prácticamente figuras maduras en las filas de la revolución o de los realistas. La lucha a muerte forja a esos jóvenes y saca a relucir descomunales desperfectos y virtudes, como en ninguna otra parte del continente”.

Mario Szichman, artífice de esta empresa, nació en Buenos Aires en 1945. Durante finales de los sesenta y comienzos de los años setenta trabajó como periodista en el programa Buenos días, dirigido por Carlos Rangel y Sofía Imber. Más tarde fue redactor de la revista Auténtico, asesor de la revista Élite y encargado del suplemento cultural de Últimas Noticias. Desde entonces no ha perdido contacto con el quehacer cultural y periodístico de nuestro país. Entre una lista extensa de obras publicadas se encuentra A las 20:25 la señora pasó a la inmortalidad, galardonada con el premio de Literatura de Ediciones del Norte, en 1980. Actualmente este escritor y periodista vive en la ciudad de New York y puede seguirse a través de sus colaboraciones en el diario Tal Cual.

En Los años de guerra a muerte aparece la intención del escritor de generar el encuentro entre los principales protagonistas de la guerra civil y la emancipación del poder español: Simón Bolívar, José Tomás Boves, El Diablo Briceño y José Félix Ribas son sólo algunos de los convidados. Con una detallada narración en la que se encuentran desde las acciones fundamentales hasta las pasiones escondidas de figuras como Andrés Bello y su papel de “cronista” de Caracas, la historia desemboca en el año 1814, “el año más trágico de la independencia venezolana” en el que se suprime, de manera contundente y dolorosa, todo intento de insurrección.


*Publicado en la revista Contrabando, año 2, número 14. Agosto

2008/09/01

Todo terreno: caminar en Caracas

Los caraqueños nos veremos obligados a reformular horarios y trayectos para el trabajo, la recreación y las comidas, instalaremos micros en el carro; aparte de los DVD y demás artilugios, tendremos que organizar los eventos antes de las diez de la mañana y salir a comer dos horas antes de los horarios regulares, digo yo. Si en la tarjeta de invitación de cualquier evento se asoma tímidamente un "7:00 pm", esta simple alusión temporal que denota la cortesía de "no llegue tan tarde pero tampoco tan temprano" a veces es razón suficiente para quedarme en casa, sin tener que enfrentarme a la cola, el calor, el gentío, las paradas inhospitalarias del metro o los ladrones al asecho y al acecho. Cuando me visto con mi mejor disposición y voy, el traslado amerita de una planificación e inversión temporal que raya en el absurdo y que exuda casi siempre resignación o asombro, si el trayecto es breve. Creo que se me venció el espíritu aventurero que permitía experimentar hace long, long time ago vivir en cualquier lugar, por más próximo o foráneo que se encontrara de mi trabajo o de la Universidad. Aunque me ufano de una excelente memoria selectiva, aún poseo recuerdos borrosos de estadías a una hora del centro de Caracas y trabajo simultáneo cerca de Mariches; levantarme a las 5:30 am para subir al primer metro en la estación Zoológico para dar clases en dos colegios, regresar a la UCAB, ir al periódico en Sabana Grande y encima de todo aquello armarme una ruta tránsfuga para ir a conciertos o bailar salsa hasta el amanecer, cuando podía ir al Maní, O´Gran Sol o Rajatabla sin temer por mi vida, por la vida del taxista, por encontrar el carro o no encontrar a nadie; todo eso años ha de navis meum que aunque me llevaba y traía a casa finalmente me dio más sustos que satisfacciones y lo vendí antes de que nuestra relación terminara con mi tranquilidad o con su carrocería.

Caracas no es una ciudad para peatones. Conozco gente que enumera a sus ciudades favoritas de acuerdo a la posibilidad de traslado a pie que pueda realizar; sin contar con aquello de recorrerse grandes distancias de madrugada codo a codo con gentes que sólo quieren pasarla bien, sin el peligro latente a cada paso. Cada viaje al exterior suma a la bitácora suspiros por lo que no encuentro de Maiquetía para acá. Recuerdo cuando Peter (handsome boy!) me mostró sus "piecitos" sucios, indignado y sorprendido de cómo un montón de chicas se atrevían a andar encholadas por una ciudad tan sucia como la nuestra. Y eso que no vio la temporada otoño-invierno en las pasarelas del CSI.

A esta aventura que implica vivir y patear Caracas se suma la de hacerlo con un cochecito (soy toda una experta, pero no está fácil rustiquear por estas calles) y caminar vigilante con un chamo de 8 años a quien le fastidia que le quieran agarrar la mano, que lo traten como a un bebé y a quien resulta una odisea explicarle que existe gente que no es buena en la calle (y en general, en la vida). En fin, a propósito del traslado, los obstáculos y el desandar citadino, reproduzco el texto que formó parte del trabajo "Caracas fuera del carro" en el que participé para la revista Todo en domingo. Que lo disfruten.

No es sino hasta la segunda avenida dirección Norte, siempre hacia arriba, hacia la piscina más alta de Los Palos Grandes (en la que dos veces a la semana mi hijito patalea hasta quedar sin aliento) que caigo en cuenta que abandonamos la textura de las aceras despejadas y recién remozadas que circundan mi edificio y que puede que no resulte dulce ni grato maniobrar con Andrea (mi bebé de dos meses) aferrada al coche y con Sebastián (mi hijo de ocho años) en modo "Naruto", repartiendo patadas y jutsus por todos lados.

Cuando comienza el segundo acto de cargar y descargar el coche y de pedirle a mi hijo que vaya adelante –nunca detrás que no te veo, por favor–, me prometo liberar a mi bebita de la suerte de trono hindú –nada ligero– en que he transformado su transporte, en principio cómodo y liviano. Definitivamente ahora no necesita tanto librito, muñequito, mordedera, móvil y perolitos que danzan acompasados ante cada subir y bajar de aceras.

Creo que comenzaré a jugar a esquivar obstáculos. Quizá, así consiga sobrellevar el hecho de que hacia la segunda avenida y más allá (sin aliento y lengua afuera, aferrada al coche con puños cerrados, lejíiisimoos de parecer una mamá grácil y moderna) algunos carros ocupan las aceras o se vuelven insensibles ante nuestro paso por el rayado. Las camionetas frente a los locales nos obligan a caminar por la vía, mientras yo deseo con toda mi alma maternal de segundo debut que aparezca un policía y les forre toda la carrocería con calcomanías que no puedan despegar más nunca. Sí, que paguen el hecho de tener que lanzarme a la calle a recibir miradas de odio de transeúntes y cornetazos de conductores o soportar, peor aún, que la gente que me "da paso" se atreva, –oh, cuánto horror–, a agarrarle las manitos a mi bebita. ¿Por qué, digo yo, la gente se empeña en agarrarle las manos a los bebés? ¿No saben, acaso, que esas manos van directo y sin escalas a la boca? Hay personas, a nuestro paso, que pasean y sonríen. Cuando pienso en las rutas terroríficas de otras latitudes caraqueñas, suspiro, lo confieso, aliviada.
Imagen: Marcel Cifuentes.

2008/08/27

El speech de José Tomás Angola a propósito de Crónicas del rock fabricado acá


Buenas noches. Antes que nada tengo que confesar una verdad que posiblemente no mucha gente sepa. Aunque las cédulas digan lo contrario, aunque las partidas de nacimiento desmientan lo que afirmaré, debo reconocer que yo soy mayor que Félix Allueva. Y mucho mayor en realidad. Esta aseveración que es más seria de lo que la fatuidad podría suponer nos permitirá entender muchas de las cosas que comentaré en los próximos minutos. En estos días incluso he llegado a creer que Félix es menor que su propia hija recién nacida. Lo noto sobre todo cuando él le habla en su lengua incomprensible de los infantes y la bebé le contesta como si en realidad ella fuera su madre y lo regaña y termina reconviniéndolo para ver si Félix se logra enderezar.

Quien haya conocido a este Peter Pan calvo podrá estar de acuerdo con lo que sostengo. Y es que no podría ser de otra manera. Para vivir y perdurar en la música, llámese rock o pop, se debe intentar un ejercicio de eternidad que pocos estamos dispuestos a hacer. Yo al menos no pude. Lo atestiguan mi barba canosa y los CD's que escucho. Ya el hecho de que sean CD's y no iPod o MP3 son demostración del asunto. Mientras yo ando con Mozart, Beethoven y Debussy, atreviéndome hasta el pecado venial de escuchar Oscar Peterson, Bill Evans o Keith Jarret, Félix escucha grupos de nombre y música impronunciables y con historias que alcanzan si acaso el cuarto de hora. No hay remedio yo soy un anciano de 80 y Félix debe rondar los 29. Por supuesto no me atrevo a decir que tiene los treinta porque como sostuviera Pete Townshend, miembro de The Who hace un quintal de años, ningún roquero puede tener treinta años. En el caso del inglés él mismo confesó que moriría cuando los cumpliera porque entonces sería un viejo y ya no podría hacer más rock and roll. Dado que Townshend debe ser ahora el veinteañero más arrugado de la historia, supongo yo que Félix será el segundo en esa lista, estacionado por siempre y eternamente también en los 29 años. Amén.

Hubiese sido imposible escribir un libro como el que estamos presentando hoy si su autor no fuera un muchacho. Y no hablo con esto de madurez sino de esa extraña capacidad que tiene la juventud para percibir y comprender el mundo que les rodea desde una óptica tan clarificada como potente. Será por esa intensidad que la frontera entre el ruido y la melodía se les estrecha tanto. Será por eso que yo, anciano confeso, no tengo la capacidad para descifrar los nuevos caminos de la música y miró con ojos de vaca a Félix cuando me pone temas de bandas insólitas y me habla de ellos con una profundidad y complejidad cuando a mí lo que me parece que hacen es una bulla terrible.

Crónicas del rock fabricado acá es lo que su título promete: Una Crónica, y en ese género pueden jugar tanto las fuentes documentales como las percepciones subjetivas. No es que lo que se narre en el libro no haya ocurrido tal y cómo Félix lo testimonia, sino que en el rock nada es como parece. Así usted podrá escuchar la descripción de un concierto por dos personas que lo presenciaron, incluso una al lado de la otra, y es posible que ninguno de los cuentos concuerde. Esa es la magia del rock que opera de una forma del oído hacia fuera y de otra del oído para adentro.

Fue titánico acometer esta tarea de recopilación de memorias. Me consta porque llevo años viendo a Félix reunir materiales, recortes de prensa, discos, afiches, tesis de grado, programas de mano y aún fotografías y boletos de entrada de eventos realizados. En un momento aquello me pareció de lo más afortunado y oportuno. Lo que pasaba es que a mí me daba por divorciarme cada rato y terminaba sin saber qué hacer con ese papelero y las grabaciones que iba coleccionando. Cada cierto tiempo llamaba a mi recogedor personal de desperdicios y allí estaba Félix quedándose con todo y guardando cosas que de otra forma habría tenido que cargar de casa en casa o quizá habrían terminado en una indolente papelera.

También resulta arriesgado entrarle a recomponer la historia del rock venezolano por la sencilla razón de que muchos de los protagonistas andan todavía por ahí y son panas y tienen ahora hijos y nietos y uno por muy científico y profesional que sea tampoco quiere echarles una vaina y contar anécdotas que los pondrían en situaciones comprometidas. También es riesgoso por el problema de que más de uno de estos protagonistas terminará entornando las cejas, mirando a Félix con cara de superioridad y soltándole aquella lapidaria expresión de: "Eso no pasó así, mi brother". Sin embargo alguien debía ser el primero. Aunque hubo tentativas anteriores por firmar un libro así, debemos hacer mención de los trabajos de Gregorio Montiel Cupello por ejemplo, nadie se había lanzado a escribir un texto de 300 páginas, con material fotográfico inédito y cronologías extensas de grabaciones y conciertos. En este punto hay que destacar los esfuerzos organizadores de gente como Felipe Doffini y Héctor Riazuelo. Mucho del trabajo de ellos logra alcanzar la posteridad gracias a la sistematización que obtienen en este libro.

Si bien Félix proviene de una formación de academia (para quienes no lo sepan Allueva es Trabajador Social graduado en la UCV y con postgrado en Psicología Social porque eso de quedarse sólo como trabajador social era muy fú, expresión que no es mía sino de los sociólogos de la época que veían con asco a los trabajadores sociales), la aproximación que logra al fenómeno del rock en Venezuela está libre de ampulosas citas, metodológicas pedancias o indescifrables jerigonzas de análisis antropológico. Es decir no se parece a esos libritos insufribles que escribieran gente como Luis Britto García allá en los setenta y ochenta, y que convertían una cosa tan sabrosa como el rock en el hecho más pavoso y aburrido de la existencia. Aprovechando que yo mismo me puse esta bombita con Luis Britto utilizo el instante para sacarme un clavo, comprobado tras el posterior comportamiento político de Britto García: "¿Viste Félix? Yo siempre te lo dije y tú no me creíste, Britto García en su vida oyó a los Rolling Stones o a los Beatles. A él lo único que le gustó siempre fue la cursilería esa de la trova cubana".

Crónicas del Rock fabricado acá tiene la osadía de meterse hasta en acontecimientos que aún están ocurriendo. Y es que en la historia contar algo que tan sólo pasó hace diez años es contar lo que pasó ayer. Este texto era exactamente lo que hacía falta para terminar de sacarse ese prejuicio que dice que el rock no es más que expresión revoltosa de muchacho. Eso quizá fue cierto en los albores, cuando nadie sospechaba en la industria en la que se convertiría, cuando nadie imaginaba que aquellas guitarras y baterías lograrían impactar toda nuestra vida, y la literatura, y el cine, y el teatro, y la plástica y la manera como entendemos la existencia e incluso la forma como nos relacionamos y hasta como morimos. No exagero. El rock pasó de ser contracultura para volverse cultura y sin embargo, aunque los trasnochados marxistas le digan a eso aburguesamiento, el rock sigue manteniendo su capacidad crítica y contestataria. Es más, tan inmenso se hizo que el término se abrió y ahora se le endilga a lo folklórico, y a lo caribeño, a lo clásico y a lo vanguardista. Ya entienden por qué en un momento determinado de mi ancianidad prematura boté tierrita y no jugué más. Cuando dejé de diferenciar lo que hacía Nine inch nails de lo que cantaba Calle 13 entendí que me había perdido en algún lugar. Por eso se agradece que todavía ande por ahí Félix Allueva con sus veintinueve añitos, para recordarnos por ejemplo que en América Latina el movimiento sicodélico más rico e intenso que hubo en la música no se dio ni en Argentina ni en México, sino en Venezuela. Para refrescarnos que una banda como Ladies WC a finales de los sesenta estaba haciendo música más ruda y sólida que muchos de los que se trepaban en lo más alto de las carteleras discográficas mundiales de entonces. Para explicarnos la potencia que tenían los músicos venezolanos que eran capaces de reinventarse, como lo hicieron Los Impalas, que tras una carrera estable y lógica se atrevieron a hacer un álbum como Syndrome que está tenido como de las joyas más preciadas para muchos coleccionistas del mundo. O para subrayar el nombre de creadores como Vytas Brenner que andaba por las nubes, cerca de Dios, mientras los demás en el planeta estaban por empezar a bailar una cosa tan fea como el disco music.

Este libro está lleno de nombres que quizá a muchos no le digan nada pero que silenciosamente contribuyeron para que los más jóvenes pudieran hoy vivir de lo que componen y tocan. No tengo ganas de ponerme sentimental así que no hablaré de los que no pudieron acompañarnos porque el calendario les jugó la tramposería de llevárselos antes de tiempo. Ustedes saben quiénes son y ellos también lo saben y donde estén seguro se felicitan por lo que hicieron, aunque quizá alguno también levante la ceja y diga: "Pero eso no pasó así, mi brother".

Sólo quisiera recordar, si me lo permiten, una persona ausente que fue muy responsable de lo que pasa hoy. El grande y querido Luis Alberto Feaugas, cómplice de muchas locuras que inventamos allá en los ochenta y en los tempranos noventa. Además incitador máximo para que Félix pudiera publicar la primera parte de este libro en Mérida, en una versión que sólo alcanzaba la época de los sesenta.

Ya estoy hablando mucho. Y para no terminar con una nota melancólica voy a hacer una salida dramática, muy en la onda que vivimos. Ya tenemos un libro que recopila lo que ha sido el rock venezolano hasta tan sólo ayer, y por lo ahí escrito entendemos que en una época de represión las bandas y los músicos tuvieron las gónadas de decir lo que pensaban y sentían, y resolvieron ir contra el sistema que a su manera los oprimía. Desafiaron convenciones, pelearon contra guardias nacionales para que no los raparan, protestaron por guerras que ocurrían a miles de kilómetros, se atrevieron a experimentar con lo prohibido y se inventaron un mundo que muchos en esa época no les respetaron. Me pregunto entonces ¿en qué andarán las bandas y los grupos de hoy? ¿Estarán tan conectados con su realidad como los de antes con la suya? ¿Serán tan desafiantes como para no dejarse pisar y reclamar la injusticia e inventarse su propio mundo? ¿O estarán ciegos, sordos y mudos ante lo que pasa a su alrededor y serán puro sampler, ritmo y distorsión? Si los roqueros de antes peleaban por la libertad y por la paz, ¿por qué estarán luchando los de ahora? No me hagan caso, ya lo dije al principio, yo soy un viejo necio que se quedó hace rato en el aparato y a fin de cuentas esa historia le corresponde a otro libro por escribir.

Larga vida al rock and roll venezolano y Félix, por favor, no se te ocurra la pendejada esa de cumplir los treinta. Gracias.

2008/08/14

ContemPOPraneo

Tránsito


Las baldosas que emulan y disimulan el bulevar trasnochado a lo Río se difuminan entre la desidia y la arena. Justo a unos pocos metros de la esquina la acera desemboca en una suerte de vertedero de troncos y algas donde planean las gaviotas. Sebas examina el color del agua y anuncia cada mañana que el agua es más azul, que si ya es tiempo de poder cruzar la calle y sumergirse en la playa.
Para ver el mar de postal hay que rodar una hora, ni más ni menos. Para eso están las piscinas. Dios salve esos pozos incrustados en los edificios de la Costa, refugio para la clase media arrinconada, vencida y desclasada. Placebo disponible y seguro digo seguro como sinónimo de la antesala con grandes voces y viñetas de desastre a lo "Noticias del fin del mundo"que no aparecen en los reportes ministeriales a lo vitrina de una tienda de SaNrio.
Todo es transito(rio).